jueves, 4 de noviembre de 2010

Cómo fijar un cubrecontador con velcro

La historia de la invención del velcro es, cuanto menos, curiosa y no me resisto a escribirla aquí: resulta que el ingeniero suizo George de Mestral paseaba con su perro por un campo. El peludo caminante retozando por aquí por allá, acabó la jornada con todo el pelaje lleno de arrancamoños o piojos de señorita. Al bueno del señor de Mestral le costaba horrores despojar de tan incómodos inquilinos a su peludo compañero y se preguntó la razón de tan potente agarre.
Los examinó al microscopio y descubrió multitud de ganchitos que, a modo de resistentes garfios, se agarraban con enorme tenacidad a los pelos y tejidos. En seguida le buscó una aplicación práctica e invenó un sistema de cierre de dos cintas (una peluda y otra con ganchitos), al a que llamó velcro: velours (bucle en francés) y crochet (gancho en francés).


Desde entonces (1941), el velcro se utiliza comúnmente en las más variopintas aplicaciones: desde cierres de zapatillas y chaquetas, sustituyendo a cremalleras y botones, pulseras de reloj, hasta cintas, guarnición de techos en automoción, etc.
Nosotros vamos a añadir hoy un nuevo uso para el velcro, lo usaremos como sistema de fijación para un cubrecontador:

El cuadro eléctrico (mal llamado contador) suele estar colocado al principio de la vivienda, en el recibidor. Podemos ocultar el antiestético conjunto de interruptores con un cuadro que fijaremos con velcro.



El primer paso es hacer con unos listones de madera (de unos 3 cm de ancho y 2 de alto) un marco alrededor del cuadro eléctrico. Para ello, medimos los lados del cuadro que vamos a colocar. Cortamos cuatro listones de la misma medida que cada uno de los lados del cuadro restándole la anchura de listón (3cm) más unos 6 cm adicionales, para que el cuadro quede volado y podamos depegarlo metiendo los dedos por debajo.

Por ejemplo, si el cuadro tiene unas dimensiones de 27 x 42, necesitaremos unos listones de 18 cm y 33 cm. Fijamos el primer listón a la pared enrrasándolo con uno de los lados del contador, de modo que sobren por un extremo 3 cm. A continuación, vamos colocando el resto de los listones, obteniendo algo como lo que nos muestra el esquema:
Después, cortamos cuatro trozos de velcro a una medida de unas dos terceras partes que cada lado del cuadro: en nuestro serán 2 tiras de 10 cm y otras dos de 20. Fijamos con pegamento de contacto en el centro de cada listón la parte de los ganchos del velcro a los listones de madera.

Ahora, pegamos en la trasera del cuadro la parte de tejido el velcro, teniendo cuidado para que nos coincida exactamente con el marco de listones.


Simplemente nos queda fijar el cuadro y podremos colgarlo y descolgarlo tantas veces como queramos metiendo los dedos en la parte volada del cuadro y tirando.

El velcro podemos usarlo como modo de fijacion cuando no queremos taladrar. Por ejemplo, si queremos colocar algo en alguna puerta de los muebles de cocina o en los azulejos del baño. Para no taladrar los azulejos ni la madera de los muebles colocamos un trocito de velcro (la parte de los ganchitos) a la puerta o a los azulejos (donde iría el taladro); y el otro trozo de velcro en el cuadro, donde iría la alcayata.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Cómo pintar el hierro y superficies metalicas

Al hierro, y a cualquier superficie metálica en general, podemos optar por darle un acabado con aspecto metálico o bien que se embellezca de color. En el primer caso, usaremos pinturas y esmaltes con acabados oros, aluminios, cobre y metalizados. En el segundo, usando lacas o esmaltes protegeremos la superficie con diferentes variedades cromáticas.

En cualquiera de los casos, tenemos que elegir el producto adecuado no sólo a la terminación que queremos darle, sino también si va estar en el exterior o en el interior. No es lo mismo pintar la barandilla que separa el jardín de la piscina prefabricada, que algún detalle ornamental de las puertas de un mueble de salón o volver a lacar el exterior de la lavadora o cualquier otro mueble de cocina, o incluso, pintar muebles de forja.

En el mercado disponemos de esmaltes y lacas anticorrosión de una sola mano, antióxidos y esmaltes sintéticos de uso genérico.

Antes de pintar hemos de preparar el espacio adecuado:
- Si el elemento a pintar es móvil, lo colocaremos con un lugar con gran amplitud, donde no puede manchar otras superficies. Además, protegeremos el suelo con plástico, papel o cartones.
- Si el elemento es fijo, protegeremos el entorno, colocando cinta de carrocero donde acaba la superficie a pintar y comienza la que no queremos alterar. Además, es conveniente que cubramos con papel de periódico otros elementos cercanos.

Si la superficie a pintar es nueva, sin pintura anterior, eliminaremos toda la suciedad con un cepillo de tela de esmeril y un trapo mojado con aguarrás: de este modo eliminamos los restos de cemento, y polvo, así como la grasa que pudiese tener.
Después, aplicamos la imprimación más adecuada a las condiciones a las que el elemento va a estar expuesto y, una vez respetados los tiempos de secado, aplicamos dos capas de esmale universal (o una si se trata de un producto de una sóla capa).

Si la superficie ya está pintada y se encuentra en buen estado, la limpiamos bien con un paño humedecido en aguarrás. Una vez seca procedemos a pintar. No nos hará falta la imprimación y en la mayoría de los casos, con una sóla mano de esmalte universal suele ser suficiente.

Cómo pintar una barandilla de hierro

En el caso en que la superficie esté pintada, pero la pintura presente desconchones y en partes esté desprendida, tendremos que eliminar previamente toda la pintura. Para ello aplicaremos una abundante capa de decapante. Transcurridos unos minutos, dependiendo del producto entre 5 y 30), retiramos el decapante con una rasqueta metálica. Despúes eliminamos los restos, tanto de pintura como de quitapinturas, con aguarrás. Ahora ya podemos proceder como en el caso de una superficie nueva.